
Reflexiones.
Hice un taller de revelado en Contado Pierde. Cuando saqué del tanque de agua el carrete revelado en el que podía ver las fotos realizadas exprofeso para el curso, sentí una inmensa alegría.
El título es un mera atracción para que hagas clic y me leas, porque poner Un día de Alex Varas, el que repara cámaras y no el portero de futbol retirado puede no atraer lo suficiente.
La impresión lith, para mí, trata de papeles antiguos. Trata de revelar lentamente a ojo hasta que la fotografía esté justa. Trata de estudiar los ‘looks’ de los papeles como resultados de los diferentes parámetros del proceso lith e imaginar un motivo que veo en uno de estos ‘looks’. Pero cuando entro el cuarto oscuro, cuando tengo el revelador en la placa calefactora, también trata de trabajar con lo que sucede.
El concepto de fotografía vernácula de viajes es el que me ha llevado a escribir este artículo, a partir de una fotografía que la gran Ana Cayuela se encontró al lado de un contenedor y que amablemente me regaló.
Mientras conducía, estaba tan concentrado en seguir al coche de delante envueltos en la niebla que no miraba alrededor y una vez llegados allí y bajar del coche… Era absolutamente fantástico, un paisaje impresionante, atemporal, extraño, una especie de western filmado por Tarkovsky. Tenía la misma emoción de estrenar un juguete nuevo como cuando era niño.
Al retomar mi réflex analógica, empecé a disparar algunas de las mismas fotos también en digital y en estos meses he juntado una pequeña colección de duplicados. Y eso que comenzó sin un motivo concreto, ha acabado convirtiéndose en un recurso para mejorar mi técnica fotográfica.
Esta entrada tiene que ver con la importancia del festival de fotografía analógica Revela’t en mi proceso de transición.