Ciudad: Donostia – San Sebastián
Provincia: Gipuzkoa
Lugar: Galeria Sakana. (Alkolea Pasaia, 1, 20012 Donostia / San Sebastián)
Horario: confirmar con la galeria
La Sakana Gallery presenta Izate Organikoa, la nueva exposición de la fotógrafa francesa Sidney Carron, cuyo trabajo se sitúa entre la fotografía, la pintura y la huella. Sin usar cámara fotográfica, Carron crea imágenes orgánicas a orillas del mar, donde el cuerpo, la luz solar, la arena y el agua interactúan directamente sobre superficies fotosensibles. Su proceso alquímico genera obras únicas, poéticas, llenas de memoria y de elementos naturales.
Biografía de Sidney Carron, escrita por Frédéric Beigbeder
Sidney Carron parece sueca. Sin embargo nació en Vienne, en el frío de Isère. A los cinco años se apasiona por la pintura.
Más tarde cursa estudios de joyería en la École du Louvre, de la que saldrá en segundo lugar. Empieza a fabricar joyas en la plaza Vendôme, antes de dejarlo todo para dedicarse a la fotografía. Desde muy joven, toma mini-Polaroids que recorta para crear fotonovelas. Esta bella rubia sufre un problema de adicción a la libertad: se niega a tener apartamento y se va volando a África, América e Israel para hacer reportajes fotográficos. Dice que entonces fue “educada por los viajes y los encuentros”.
A su regreso, organiza una cadena humana de retratos, en la que cada persona lleva los ojos de la anterior. ¡Una versión fotográfica de La Ronda de Schnitzler! Se especializa entonces en la cleptomanía del alma. La última vez que la vi, llevaba un mono de esquí Adidas rojo para bajar las escaleras del restaurante La Pérouse. Después de haber hecho la portada de Playboy fotografiando a JoeyStarr con orejas de conejo, de haber realizado videoclips, entre ellos “Dangereuse”, una de las composiciones más bellas del cantante Christophe, esta fotógrafa consumada diseñó el cartel de mi “DJ set literario”.
Sidney Carron aborda la fotografía desde su matriz originaria: el trabajo de la luz, que desarrolla con una libertad plenamente asumida. Trabaja al aire libre, a la orilla del agua, disponiendo cuerpos, fragmentos vegetales, ramas, piedras y otros elementos naturales directamente sobre la superficie fotosensible, dejando que el sol, el viento, la arena y el mar intervengan en la imagen. Sus obras, presentadas en la Sakana Gallery de Donostia, están hechas de siluetas flotantes, de pieles convertidas en luz y de huellas casi fantasmales. A medio camino entre fotografía y pintura, estas improntas se confunden con la ola o la nube, como si cada obra fuera un fragmento de memoria dejado en la orilla.