Joan Andreu Puig Farran, El acorazado Asama de la Marina Imperial japonesa llega al puerto de Barcelona, procedente de Marsella, 15 de mayo de 1934. Archivo Fotográfico de Barcelona / Archivo Familia Puig Farran. © Arxiu Família Puig Farran. Plata en gelatina a partir de negativo de vidrio.
Ciudad: Barcelona
Provincia: Barcelona
Lugar: KBr Fundación MAPFRE (Avenida Litoral, 30 – 08005 Barcelona)
Horario: De martes a domingo (y festivos), de 11 a 20 h.
Web: KBr Fundación MAPFRE
Instagram: KBr Fundación MAPFRE
Email: infokbr@fundacionmapfre.org
Teléfono: 93 272 31 80
La década que transcurre entre 1929 y 1939, entre la Exposición Internacional de Barcelona y el fin de la Guerra Civil, fue un periodo dinámico, conflictivo y convulso, como en general fueron aquellos años en una Europa que se precipitaba a la Segunda Guerra Mundial. Como en otros lugares, en Cataluña se hace entonces cada vez más palpable el profundo contraste entre la burguesía urbana, integrada en la economía comercial e industrial, y los sectores menos favorecidos, tanto en el núcleo urbano como en la periferia. A través de los fotorreporteros, periódicos y revistas dejan diariamente huella de este contexto de diferencias y desigualdades: mítines, sucesos, acontecimientos deportivos, la mendicidad, los sorteos de los juegos de azar… Una interminable variedad de acontecimientos queda atrapada en sus imágenes, formando un complejo y fascinante testimonio de aquellos años.
Joan Andreu Puig Farran: la década convulsa (1929-1939) es la primera exposición que se le dedica al fotógrafo leridano y afincado en Barcelona desde 1920, Puig Farran.
Al iniciarse el período republicano, entre 1929 y 1931, el fotógrafo era ya reportero gráfico de la prensa diaria. Con el estallido de la Guerra Civil se desplaza a los distintos frentes de batalla, tanto en Aragón como en la isla de Mallorca (1936). Tras el fin del conflicto se exilia en Francia y pasa por distintos campos de internamiento, primero franceses y luego franquistas. A su regreso a Barcelona en 1945, dado que bajo el régimen de Franco no puede retomar su labor como fotoperiodista, se dedica a la fotografía industrial y turística y se asocia con su amigo Antoni Campañà, con quien crea el sello de postales CYP en 1952.
La exposición está conformada por una selección de las placas de vidrio conservadas por los herederos del propio artista, junto con un amplio número de copias originales preservadas en los fondos documentales de La Vanguardia. Además, se completa con varias publicaciones de la época que muestran la forma en que las imágenes llegaban al público.
La visión de los fotógrafos de prensa durante las primeras décadas del siglo XX resulta imprescindible para comprender un periodo de la historia en la que los acontecimientos se iban sucediendo a toda velocidad. En un momento en el que, además, gran parte de la población había accedido de forma habitual a periódicos y revistas, los lectores podían enterarse de noticias como la crisis económica mundial de 1929, la proclamación de la Segunda República en 1931 y la instauración de la autonomía catalana en 1932. El ascenso al poder de Hitler en 1933 o el estallido de la Guerra Civil española en el verano de 1936. Mientras, en Barcelona, se sucedían revoluciones políticas como los acontecimientos de octubre de 1934 y las mujeres luchaban por conquistar cada vez más libertades; al mismo tiempo la Iglesia trataba de mantener el control ante la quiebra de la moralidad conservadora. Todo aquel rastro de contradicciones y contrastes fue capturado por fotoperiodistas como Joan Andreu Puig Farran, que inmortalizaron todos estos acontecimientos para ilustrar diarios como La humanitat, Esplai, El Matí, L’Opinió o La Vanguardia.
Comisarios: Arnau Gonzàlez i Vilalta y Antoni Monné Campañà