¿Y las madres? Hidden Mother Photography


La fotografía de "madre fantasma" o "madre oculta" (Hidden mother photography en traducción directa del inglés) es un término que se usa para referirse al método que utilizaban los fotógrafos para evitar el movimiento de los bebés y los niños pequeños en los retratos. Es una expresión relativamente reciente, quizá no demasiado académica, y que surge del interés por coleccionar este tipo de imágenes.

Al popularizarse la fotografía en la segunda mitad del siglo XIX, los estudios y gabinetes ofrecían la posibilidad de retratar a niños y familias.

Sin embargo, las cámaras fotográficas de esa época aun necesitaban exposiciones muy largas, a veces incluso de varios minutos, dada la baja sensibilidad de las emulsiones y objetivos existentes.

Esto hacía que los niños pequeños, que no solían permanecer quietos durante tanto tiempo, salieran borrosos en las fotos y el fotógrafo tenía problemas para cobrar por un retrato “defectuoso”.

Para evitar esto, cubrían a la madre con una tela (que generalmente la tapaba de los pies a la cabeza) para que no salieran en la foto, pero sus manos o brazos podían verse sujetando al niño. El niño, no le daba importancia al “camuflaje” de su madre, y sintiéndose arropado en su regazo, se mantenía más tranquilo o quieto, permitiendo que en la fotografía no saliese movido.

También se encuentran bastantes ejemplos de “retoques” en que las madres están oscurecidas como si se tratara de otro objeto de atrezo, o sus cuerpos sacados del encuadre de la imagen, recortadas, arañadas o tapadas por la viñeta u ovalo tan popular en algunas presentaciones de la época.

Muchas veces se basa en el principio de suspensión de incredulidad, como en el teatro u otras disciplinas. Se establece un pacto entre autor y espectador que pese a lo burdo del ocultamiento este último “no ve” a la madre.

Fuente: Hidden Mother. Laura Larson (2017)

La técnica se utilizó principalmente en los siglos XIX y XX, y es especialmente común en las fotos de niños victorianos. Aunque también se daba en estudios americanos o de la Europa continental, no solo en Inglaterra. Han llegado a nuestros días multitud de ejemplos tanto en daguerrotipos, colodiones (ferrotipos y ambrotipos), tarjetas de visita (Card du Visit) o fotografías de gabinete (Cabinet Cards), propias de los álbumes familiares y de las colecciones domésticas.  

Además de evitar el movimiento del niño, la fotografía de "madre fantasma" también tenía un significado simbólico. En una época en la que la mortalidad infantil era alta, las fotos de los niños eran una forma de conservar su recuerdo. La presencia de la madre escondida en la foto podía interpretarse como una señal de que el niño estaba vivo y bien cuidado. En los casos de bebés fallecidos era costumbre que la familia se retratara junto con el cadáver, todo otro género con entidad propia, la fotografía postmorten, de la que ya habló Gloria Planells en el podcast #15 de DisparaFilm.

Otra interpretación más sociológica permite comprobar hasta qué punto llegaba el grado de invisibilidad social de las mujeres a finales del siglo XIX. Se trata de un "borramiento" que habla de la naturaleza de la paternidad y del lugar de la mujer, sin identidad propia en la sociedad. Esto también se veía en otras artes, como la literatura: las novelas victorianas también suelen presentar a madres que no representan el arquetipo de la buena maternidad. Las ausencias literales de estas madres o su incapacidad para en el desempeño de las tareas domésticas constituyen a menudo puntos argumentales importantes en las novelas del siglo XIX.

Algunas personas creen que las fotos son inquietantes porque sugieren que la madre está fallecida o ausente. Otros creen que las fotos son simplemente una forma inocente de documentar la vida familiar.

¿Qué te parece a ti esta curiosidad histórica?

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