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V Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León


Ciudad: Palencia

Provincia: Palencia

País: España

Horario: Dependiendo de la ubicación

Lugar: Varias ubicaciones

Web: Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León

Instagram: Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León

Email: info@fifcyl.com

Teléfono: 983 376 405

“Todos somos nómadas” es el lema bajo el cual se presenta la quinta edición del Festival de Fotografía Internacional de Castilla y León, en clara alusión al constante movimiento que ha definido al ser humano desde sus inicios. Desde que el Homo erectus salió de África, hace aproximadamente 1,5 millones de años, la necesidad de desplazarse ha moldeado culturas y civilizaciones. Hoy, este impulso sigue vigente, motivado, en general, por razones económicas, políticas, medioambientales y bélicas.

Un viajero peregrino fue el cubano Jesse A. Fernández (1925-1986), quien, a los siete años, partió con su madre a Asturias, tierra natal de su familia. A raíz de la Guerra Civil, regresaría a Cuba. A partir de ahí, comenzará a fraguarse su fama de artista nómada hasta convertirse en un cubano universal. La Habana, Nueva York, Madrid y París fueron sus referencias más constantes en un ir y venir, en el que hará del retrato su poética. Sin artificios, dará forma a una prolífica galería de retratos en la que inmortalizó a figuras clave de la cultura del siglo XX, muchos de ellos, como él, espíritus errantes.

La fotografía documental de la estadounidense Mary Ellen Mark (1940-2015) se vincula a la idea de lo transitorio y la movilidad, tanto en lo físico como en lo emocional. Su mirada estuvo siempre dirigida a aquellos  que, ya sea por elección o necesidad, viven al margen de la sociedad. Desvela las luchas internas de sus protagonistas sin enjuiciarlos. Algo similar ocurre en Passengers, el reportaje realizado por César Dezfuli (1991) en el cual, bajo el mismo encuadre y el con mar de fondo, retrató a migrantes tras ser rescatados. El proyecto mereció uno de los prestigiosos premios World Press Photo de 2023. El mar sirve también de telón de fondo en la obra de la británica Mandy Barker (1964), con el propósito de evidenciar los 12 millones de toneladas métricas de plástico que se vierten en él anualmente. Un deterioro intrínsecamente ligado al desplazamiento humano.

Hijo de un médico húngaro y de madre austriaca, el croata Frank Horvat (1928-2020) hizo de París su hogar y a lo largo de seis décadas se adentró en las distintas culturas del mundo. Elegante e introspectiva, su obra fue una herramienta para cuestionarse a sí mismo, atraído por la figura de la mujer, en quien posó su mirada de forma continuada. La trayectoria de Alberto Martí Villardefrancos (1922-2017) se desarrolló en gran parte en su Coruña natal, desde donde, a finales de los años 50 y principios de los 60, documentó a los gallegos que partían para hacer las Américas.

En Galicia se sitúa la poética obra de Vicente Fraga (1978); un lamento por una forma de vida en vías de extinción: la subsistencia en el medio rural, en esa España vaciada que también atrajo la mirada del fotógrafo argentino Sebastián Bruno (1989). Siguiendo los pasos de Don Quijote, Bruno recorrió las cinco provincias de la región manchega, en busca de ecos entre la atmósfera cervantina y el presente.

Más íntimo es “We” in Ireland, de Alfredo Cáliz (1968), cuyo espíritu viajero le ha llevado recorrer el mundo con su cámara. A modo de diario, reúne las vivencias de su familia  durante los veranos  en Irlanda, una tierra que hace suya en un canto a la belleza y a la  simplicidad de las cosas. Desde un enfoque más abstracto  y sensorial, ¿Qué es un río?, la pieza audiovisual del dúo experimental Northwest, formado por Mariuca García-Lomas e Ignacio Simón, nos arrastra por las aguas de distintos fluviales de Europa. Fragmentos musicales y visuales que se erigen como un símbolo del nomadismo, de un transito en el que confluyen paisajes ,memorias  y culturas.

En La materia del silencio, Nicolás Combarro (1979) reflexiona sobre la arquitectura como forma de resistencia frente a los condicionantes económicos, sociales o políticos dentro del contexto de la Europa de los años 30 y 40. Por su parte, la mexicana Graciela Iturbide (1942) huye del realismo para explorar las raíces indígenas mexicanas y adentrar al espectador en un universo cargado de símbolos, repleto de resonancias universales.

En Camino al Tepeyac, la mexicana Alinka Echeverría (1981), retrata a los fieles que cargan con la Virgen de Guadalupe hacia la cima del Tepeyac. Un peregrinaje que se convierte en una representación de la relación entre la fe, la identidad y la memoria colectiva. Las flores de Laura Martínez Lombardía (1975), también parecen experimentar un proceso de nomadismo y cambio: germinan, florecen y se marchitan. Flores exóticas que, de forma natural, pasan a ser parte de la belleza de nuestro entorno. Un camino de transformación como el que plantea la  exposición De 1900 a nuestros días, que recorre más de un siglo de anécdotas visuales del pasado que comparten espacios con otras que nos hablan del presente. En cada retrato, paisaje o escena de vida cotidiana, late la esencia del nómada. Ese impulso ancestral que define al ser humano y le lleva, una y otra vez, a recorrer el mundo; a encontrarse en la mirada del otro y, allí donde vaya, dejar huellas que trascienden el tiempo.


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