Mi fotografía para el intercambio

Tengo un vínculo muy especial con esta fotografía tomada en 1998, justo frente a la puerta de mi hogar. Esta imagen marca uno de los primeros momentos capturados para mi primer libro, "Un Viaje Imaginario".

En ella, se vislumbra a una familia haciendo volar una cometa en una tarde de otoño, con un cielo espectacular de fondo. Al contemplar esta escena, soy transportado a mi infancia, donde nosotros mismos construíamos esos artefactos voladores con varillas de madera y algún plástico rescatado del olvido.

Esta instantánea no solo representa un momento congelado en el tiempo, sino que evoca una nostalgia entrañable por esos días de aventuras infantiles. Cada vez que la observo, me sumerjo en la calidez de esos recuerdos y en la inocencia de aquellos momentos de juegos y sueños.

Es un recordatorio tangible de la importancia de la imaginación y la sencillez, elementos que aún hoy en día alimentan mi pasión por la fotografía.

¡Todo un privilegio haber capturado este instante lleno de magia y emoción!

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