El día de la marmota… En analógico

El título es un mera atracción para que hagas clic y me leas, porque poner Un día de Alex Varas, el que repara cámaras y no el portero de futbol retirado puede no atraer lo suficiente ¡y aquí venimos a consumir! ¿O no?

Lo cuento en primera persona y hablo contigo, ese ente que todavía usa cámaras de película que nadie sabe donde se venden ni por qué lo haces.


El despertador, o son los vecinos del cuarto o es el niño que dice que para qué seguir dormido si puede estar jugando. Después de preparar el desayuno, la ducha y llevar al peque al autobús de la escuela es cuando empieza la jornada.

El café, ya sea en la degustación (concepto bilbaíno) de abajo o en casa, marca el inicio de mi día laboral. A no ser que tenga envíos y entonces el café se retrasa hasta después de pasar por Correos.

Una vez sentado, repaso los correos llegados por la noche, borro spam y contesto al resto. Lo mismo con WhatsApp, Telegram y Discord. Y me pongo con la cámara en curso.

No sé como trabajaran otros, pero suelo necesitar un impulso inicial para ponerme al tema. Lo que sí me ayuda es ponerme la radio (gracias a Radio 3 y Turbo 3 en particular) en modo podcast y escuchar programas de días pasados. Son 2 horas de meterme de lleno en la reparación y de trabajo productivo.

Hasta aquí muy bien. Eso es la teoría. Las interrupciones llegan a continuación, variadas y al gusto:

Interrupción tipo #1 – WhatsApp de cliente – De uno a cinco por día.

Toca responder… ¿Por qué inmediatamente? (*1) Y escribir, y me saca de la tarea.

Interrupción tipo #2 – Llamada telefónica – De cero tendiendo a una o dos.

- (Yo) Buenos días.

- (Otra persona) Holaaaa (dos opciones)

1 - ¿Ahí reparan cámaras? - Sí, bueno, depende del modelo.

2 - Mira tengo una cámara que blablablablabla….

- ¿Qué modelo es? ¿Es una cámara digital?

- Es una NombreDeCámaraQueNoEstáEnMiCabeza.

- Mira, es que yo trabajo solo con cámaras de película, de las que te encuentras en casa del abuelo.

- Ahhhhh, vale, ¿entonces tú puedes mirarla?

- No, mejor te llamas a XXXX que ahí si trabajan con digitales.

- Ah, perdona.

- Nada que perdonar.

(Despedida anodina…)

En los pocos casos que la cámara es de película, tiene un 95% de posibilidades de ser una SLR electrónica o point&shoot, en ese caso han llamado antes a XXXX y me los envían. Yo les explico que ese modelo no lo trabajo e intento ayudar con: “Have you tried to turn it off and turn it on again?” en plan desganado que es como se debe hacer esto.

Muchas veces ya vienen con la cámara, y cuando las pruebo con mis pilas, la cámara revive milagrosamente. Mi taller debe ser un lugar especial donde las baterías funcionan porque el cliente viene jurando que las suyas era nuevas y yo ya entro en modo óxido de plata (*2), ¡pero si son más caras! Me dice… Sí, porque cuando se acaben se acaban y no andan diciendo que tengo 1.45 voltios, el battery check se enciende y tu cámara es muy intensita…

Creo que solo dos llamadas en 3 años vía Google Maps eran de cámaras que las he podido hacer. ¿Qué hago? ¿Quito el teléfono del Maps? (*3)

Interrupción tipo #3 – Mensaje de cliente preguntando que cómo va su cámara – ¿Uno o dos por semana?

Normalmente me dicen que no tiene prisa, solo por saber… Lo cual me ayuda contra la ansiedad.

Tengo la cola de trabajo en forma de post-its. Cada uno tiene 5 o 6 cámaras con el nombre del cliente y hay de 4 a 6 papelitos. Entonces… Recibo el mensaje de que hay de lo mío y yo voy y miro y no encuentro ni la cámara ni el cliente… Y miro otra vez y en este punto aparece, pero yo ya tengo la gota bajando por la sien pensando en si se me ha olvidado meter la cámara en la lista y a saber cuando llegó (*4)… Hay días que miro en el armario donde están las cámaras esperando y veo un modelo que no me suena y me vuelvo loco y vuelta a empezar...

Interrupción tipo #4 – Llaman abajo – A diario de una a cuatro veces.

Véase Correos, Nacex, Seur, FedEx, DHL, Amazon o el de Eroski.

Los pasos a seguir son: Abrir abajo – ir a la puerta – recibir – firmar (si esta el niño en casa, firma él) – poner cara de no sé qué es esto que me envían – mi mujer se ríe – abro la caja – ¡Ahhhh! Sí, ya sé – mi mujer se ríe más. Y bueno, si es la compra, se pone en su sitio; y si es una cámara, mando un mensaje diciendo que ya la he recibido y que en cuanto pueda, le hago un chequeo. A la cámara, no al cliente.

Interrupción tipo #5 – La comida.

Mi pareja trabaja también desde casa y ella suele tener huecos por las mañanas en los cuales tiene a bien cocinar un plato para los dos. Si tenemos limpieza en casa, salimos y tardo más en ponerme de nuevo. Los días que ni una cosa ni la otra, agarro lo primero que haya en el frigo, soluciono el tema y de vuelta.

Llamo interrupción a la comida porque el avance después de comer es distinto. Vas más relajado y me cuesta más entrar en el hoyo. ¿ Y si echara siesta? (*5)

Interrupción tipo #6 – Niño enfermo – Ecuación descrita abajo.

Si las anteriores son más o menos estables, esta también lo es. Existe una fórmula que dice así: Posibilidad de Niño enfermo es igual temperaturas bajas más grado de precipitaciones. Cuando este índice supera el 100%, que lo hace, significa que uno de los progenitores estará enfermo al mismo tiempo seguido del otro en pocos días, dando como resultado un niño casi sano y descontrolado con unos padres que se arrastran, literalmente.

Interrupción tipo #7 – Las visitas – De una a dos por semana.

Y yo que pensaba que me iban a gustar. Eso que viene uno de la zona para traerte algo o que ha pedido contigo y viene a recogerlo, el charlar de cámaras, fotografía, etc. y a mis 50 descubro que tengo la capacidad de atención atrofiada… Es decir, estamos, charlamos y al cabo de un rato, me veo pensando que tengo que volver a la cámara en curso o cómo solucionar este problema que he encontrado. Me entra impaciencia por terminar la conversación, pero no lo hago por no parecer borde-maleducado-asocial y al final seguro que me ven como alguien con poco interés en lo que están contando… A ver, que no es que no me interese eso, ¡es que lo otro me puede! (*6). Cada vez sucede menos esto… Tampoco me extraña.

Luego están las pequeñas cosas que tiene un negocio de una sola persona: recibir material, organizarlo, chequear cámaras, mandar presupuestos, hacer facturas, embalar y crear la etiqueta de envío, que son lo más común.

Cuando ocurre algo relevante o algo me pone de mala leche, uso La Llamada al Amigo.

Rafa, primero cliente y ahora amigo por teléfono. Él me cuenta las últimas cámaras que ha encontrado en el rastro o que el amigo Juan (un tío con mucha potra que siempre encuentra chollos) le ha dejado esta o aquella para probar. En este sentido, soy su Pepito Grillo y le recuerdo que no necesita dos 35mm para las M y que el Summaron ese con las gafas, va a hacer de la M3 un arma contundente de 1d12+2 de daño (*7). Yo le suelo contar los epic fails de llamadas telefónicas o ciscarme en esto o aquello y, por su silencio, veo que el que exagera soy yo. Pasamos un buen rato, la verdad.

La jornada acaba oficialmente a las seis si soy yo el que hace la cena, o a las siete que es cuando cenamos. Luego de recoger y acostar al peque, suelo pasar por la mesa para ver qué hay pendiente o dejarlo preparado para el día siguiente.

Más o menos eso es todo. Y al final reparo las cámaras, que no es poco.


Reflexiones y cambios de hábito

(*1) – Esta está bastante relacionada con el momento de hiperconexión en el que vivimos. ¿Se presupone esta inmediatez o soy yo el que cree estar obligado a dar una respuesta rápida? La respuesta seguramente es la segunda y es algo que debo cambiar.

(*2) – Las pilas de óxido de plata mantienen el voltaje hasta que se agotan. Las alcalinas van bajando el voltaje poco a poco y a algunas cámaras no les sienta bien.

(3*) – Seguro que si lo quito aparece gente en el portal buscando la entrada de una tienda física que no existe y que viene de empalme con su Oly MJU porque se le cayó ayer en una “txosna” en la Aste Nagusia y ahora la cámara chorrea kalimotxo.

(4*) – El tener un procedimiento de entrada y de salida es fundamental. Lo tengo y aún así alguna se me pasa, que en vez de rellenar la etiqueta de entrada me distrae algo de lo arriba escrito y ya se lía…

(5*) – ¿Alguno de los presentes cree que echarse siesta ayudaría a la productividad de la actividad laboral? ¿Qué dicen CCOO, UGT y CNT al respecto?

(6*) – Y este punto da para otro artículo… ¿Qué diferencia hay entre pasión y obsesión? ¿Dónde está ese punto donde uno se convierte en el otro?

(7*) – En Dungeons and Dragons, un arma 1d12 es una alabarda o mandoble tipo Conan, el +2 es que es mágica.


De nuevo, gracias por leerme y espero que vuestras cámaras estén todas bien. Y si no lo están, me decís si puedo ayudaros.

¡Ah! Y la familia también, que esté bien, aquí solo podré escuchar.

Álex Varas

Aficionado a la fotografía y al porqué de las cosas.

Entre tornillos y palancas recuperando viejas y nuevas ilusiones.

https://alexvarascameras.com
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