Review de la Canon F-1
¡Hola! Soy Pablo, un fotógrafo aficionado de Albacete y hoy vengo a contaros mi opinión sobre la Canon F-1. La compré hace seis meses, más o menos en Wallapop, y desde entonces, poco a poco he ido disparando con ella. Para empezar, voy a dar una serie de características técnicas, aunque esto sea lo más aburrido del artículo.
Características técnicas de la Canon F-1
Año: 1971 y 1976 (revisión, muchas veces denominada como F-1n).
Montura: Canon FD, acepta objetivos FL y R con limitaciones.
Fotómetro: TTL. Mide desde 3 hasta 18 EV (1/4 f1.4 iso 100 hasta 1/2000 f11 iso 100). Sin medición de flash.
Peso: 842g, cuerpo, pentaprisma, carrete, y pila.
Velocidades de obturación: 1/2000 – 1s + B, sincro del flash a 1/60.
Pilas: 1 PX625 para el fotómetro.
La Canon F-1 fue el modelo profesional de Canon, desde que esta decidió lanzar su montura FD, ya que anteriormente, el único intento de hacer una cámara profesional, la Canonflex, fracasó. Canon esta vez se puso las pilas para evitar un fracaso semejante, y decidió fabricar una réflex totalmente modular. Es decir, la cámara se adaptaba al usuario y se fabricaron muchos accesorios para esta, incluyendo una variedad de prismas, chasis para película, motores, etc.
Con todo ello, esta cámara fue la que inició la guerra de Canon vs Nikon, ya que, hasta entonces, Nikon y su F y F2 eran las referentes en cámaras profesionales. Fue una revolución para el mercado, y que resultó beneficiosa para Canon en su futuro, permitiendo que por fin se pudiera asentar como un fabricante de cámaras profesionales, y no solo equipo para aficionados.
Todo esto fue muy bueno para la época, pero, ¿cómo han ido envejeciendo estas cámaras? En esta review vamos a ver cómo se maneja a día de hoy.
Así es la Canon F-1
Para empezar, he de decir que una cosa muy buena que ha ayudado a que estas cámaras sigan funcionando perfectamente es que son mecánicas, y que las pilas se necesitan únicamente para el fotómetro, aunque funciona con una pila PX625 de mercurio (a día de hoy no se fabrican, y las que se fabrican son alcalinas e incompatibles sin un ajuste, por exceso de voltaje). Con lo cual, cualquier fallo en las electrónicas, o no tener pila, no es un problema que nos arruine la experiencia, aunque requerirá de un fotómetro externo y nuestra pericia.
También relativo al tema del fotómetro, es que el tipo de medición es parcial en vez de ponderada al centro o evaluativa, porque el fotómetro está integrado en el cuerpo y no en el prisma (lleva un sistema muy curioso en el que no voy a entrar en detalles). Además, que es del tipo “match and needle” (o para entendernos, como el ojal de una aguja y un hilo).
Otra ventaja es que podemos ver la velocidad de obturación en el visor.
Lo segundo es en el tema de manejo y ergonomía. Canon decidió integrar el temporizador, con el control de la previsualización de la profundidad de campo y el bloqueo del espejo, dando así la opción de hacer fotos a bajas velocidades sin tener problemas con el espejo.
Además, se le puede sacar el prisma si queremos tener la perspectiva de un visor de cintura, siendo un proceso sencillo. Y que el visor ,al estar sujeto por raíles, da mucha seguridad, contribuyendo a la sensación general de solidez y durabilidad de la F-1.
Además, incorpora la velocidad 1/2000, cosa que otras réflex no profesionales no incorporaban en aquella época, y esto ayuda muchísimo en diversas situaciones que nos podemos hallar.
Algunos problemas que he detectado en la Canon F-1
Hasta aquí, todo genial. Pero no todo es perfecto. La F-1 tiene los siguientes problemas que voy a enumerar.
Por ejemplo, no tiene zapata para el flash, con lo cual tenemos que buscar un flash tipo Metz 45CT, buscar un cable PC para un flash moderno y alguna empuñadura que lo sostenga, o buscar el adaptador oficial de Canon para montar el flash. Si no disparas mucho con flash, no es una cosa muy grave.
El segundo es el botón del fotómetro, ya que lo lleva incorporado en la parte trasera y es necesario para activarlo. El problema es que es un botón que es muy fácil olvidar que lo has dejado encendido, y que, si no te das cuenta, te lo puedes dejar durante días, comiéndose la pila que le has puesto. Quitando el botón, no tienes ningún indicador de si está encendido o no.
Aquí se aprecian el puerto PC para el flash y el botón del fotómetro.
Y, por último, el peso y el tamaño. Comparada con otras réflex de la misma época, es más pesada y más grande de lo normal, y esto a veces se nota, negativamente por el peso, positivamente por el tamaño (sinceramente, se siente mejor en la palma que una más compacta, si eres un manazas como yo).
En conclusión
Por lo general, es una cámara que recomiendo totalmente a cualquiera que ya entienda y sepa utilizar el triángulo de exposición, y/o que quiera aprender bien a medir con un fotómetro externo, además que también es muy útil si quieres aprovechar cualquier objetivo FD o FL que tengas.
Para mí, sería una cámara que me llevaría hasta el fin del mundo (eso sí, con un fotómetro externo, o tirando de “sunny 16”).
Algunas fotos con la Canon F-1
Ahora, después de tanto tostón, os dejo una breve galería de fotos hechas con la F-1 y distintos objetivos FD.
¿Cuál es tu experiencia con una Canon F-1? ¿Está en tu lista de deseos?